Modelado del tiempo fisiológico de Ceratitis capitata mediante sensores remotos en territorios estratégicos de Centroamérica.
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La mosca del Mediterráneo es una plaga cuarentenaria que puede afectar de manera directa la producción y comercialización de frutas y hortalizas en el mundo, es una espacie con un comportamiento polífago y cuenta con un gran número de hospedantes susceptibles tanto silvestres como de importancia económica. Actualmente, en Centroamérica y Sur de México existen territorios estratégicos en los que se mantiene un monitoreo permanente de la plaga los cuales se consideran una barrera en su avance hacia el norte del continente. La utilización de sensores remotos en el área de la fitosanidad tiene el potencial de aportar a la toma de decisiones en el establecimiento de estrategias preventivas de mitigación de avance y riesgo fitosanitario de Ceratitis capitata, incluso, se puede considerar una herramienta geotecnológica que permite coadyuvar en los procesos de monitoreo y vigilancia de riesgos sanitarios, a través del análisis de información ambiental, en este caso, del componente térmico, puesto que la temperatura es un factor esencial para los estados inmaduros y adultos de la mosca del Mediterráneo. El objetivo del presente estudio fue diseñar el tiempo fisiológico de C. capitata a través del cálculo de las unidades calor acumuladas (UCAcum) en territorios estratégicos (zona de contención potencial, de contención y de erradicación), mediante el uso de imágenes satelitales climáticas ERA5. Se obtuvo un patrón espacio-temporal del periodo comprendido entre diciembre de 2020 a diciembre de 2021 del comportamiento térmico mensual que favorece a C. capitata en dos escalas: regional que abarcó los países de El Salvador, Honduras, Guatemala y sur de México, así como en las zonas estratégicas antes definidas. Se evidenció que durante 2021 existió una oscilación térmica mensual de 13,1 a 37,4°C, consideradas las temperaturas extremas. De manera específica, se identificaron las superficies donde existió la acumulación térmica óptima que determina el tiempo fisiológico de la plaga, basados en que C. capitata requiere de 251,7 UCAcum para lograr un ciclo de vida. Se determinó que en la zona de contención potencial se acumularon 463,4 unidades en porciones de Honduras y El Salvador. En la zona de contención ubicada en Guatemala se determinó 418,8 UCAcum y finalmente en la zona de erradicación se logró una acumulación de 401,3 unidades en Guatemala y costa del Pacifico en el sureste mexicano, lo que permitió espacializar que el tiempo fisiológico presentó un comportamiento uniforme en los territorios estratégicos. Diseñar o modelar UCAcum a partir de sensores remotos posibilita fortalecer decisiones estratégicas ante riesgos sanitarios, y tiene como fortaleza que son insumos de libre acceso y de una temporalidad reciente, lo que permite crear escenarios de riesgo bajo un enfoque preventivo en tiempo casi real (con un retraso de unas semanas). La modelación del confort térmico debería ser considerada un insumo coadyuvante para direccionar de manera efectiva estrategias preventivas por parte de los Organismos Nacionales y Regionales de Protección Fitosanitaria que se encargan de recomendar acciones ante el arribo de plagas o enfermedades que ponen en riesgo el patrimonio agroalimentario mundial.