Este artículo investiga la tendencia de utilizar la prisión como principal respuesta al consumo de drogas en México. A través de una revisión documental y análisis retrospectivo, se examina cómo las políticas de drogas han llevado a un uso excesivo del sistema penitenciario. A pesar de la existencia de alternativas no penales para abordar el consumo de drogas, la respuesta del sistema judicial mexicano ha sido predominantemente punitiva. El estudio contribuye a una mejor comprensión de la política de drogas en México, destacando la necesidad de replantear el enfoque penal que ha prevalecido históricamente en el país.