Los estudios de género han planteado la necesidad de discutir de fondo las implicaciones de la prostitución a la luz de los derechos humanos de las mujeres. La teoría abolicionista se posiciona desde la defensa de la dignidad de las personas y, sin criminalizar a quienes se encuentran en situación de prostitución, visibiliza esta como una práctica que debería erradicarse, pues constituye una de las estrategias más terribles de explotación y violencia contra las mujeres. El objetivo de esta investigación fue comprender las percepciones que tienen las mujeres sobre las violencias que viven en sus cuerpos en el acto de la prostitución y las estrategias que implementan para resistir o establecer límites en estos encuentros eróticos desiguales y violentos. La investigación, de tipo cualitativo, con alcance descriptivo, se apoyó en once entrevistas a mujeres que actualmente se encuentran en situación de prostitución. Sobre las transcripciones se aplicó análisis de contenido. Los resultados muestran que todas han terminado en la prostitución tras haber buscado otras opciones de ingreso y la ven como una situación temporal de la que saldrán para insertarse en otras actividades de trabajo o estudio. Como no perciben la violencia que permea los espacios en los que se consumen sus servicios, sus estrategias para la contención de los riesgos son limitadas y asumen visiones mercantilistas sobre su cuerpo sin considerar que hay una desigualdad de poderes en la interacción con los hombres depredadores.